jueves, 3 de julio de 2014

CHISPERO POLÍTICO


NO HAY CAMPAÑAS LIMPIAS; LAS CAMPAÑAS ELECTORALES ES LA GUERRA DE PODER
Algunos todavía que viven en la ingenuidad pura, todavía se quejan de las triquiñuelas que los políticos o aprendices de este oficio utilizan para agenciarse votos al precio que sean en la búsqueda de un cargo de elección popular, aunque sea de regidor plurinominal, ya que las alcaldías, las diputaciones locales y federales y las senadurías y ya para qué mencionamos las gubernaturas, esas posturas llegan producto del dedazo y todo el respaldo de la mafia política en el poder. “No hay campañas limpias” decía un funcionario público a otros aprendices de este oficio. Y, claro, aquí en este negocio, cada quien se rasca con sus propias uñas, consigue sus padrinos y su lana para pagar que se le brinde el espacio así como para comprar adeptos. Aquellos que sintiéndose políticos de corazón, con manejo de grupos y arraigo piensan que solito les llegará el hueso, estarán en el error más soberbio. La política en México es una inversión y muy rentable por cierto, aquí en este país nuestro que le llamamos “democrático”,, es una tierra fértil para el negocio político; un solo voto puede llegar a valer mucho mientras que otros sólo tendrán un valor equivalente a una bolsita de arroz, una torta y un refresco. Pero la industria electoral, no sólo se constriñe a la compra de votos sino a la inversión en planes, proyectos y sobre todo, el discurso que “apendeje” a los votantes, votantes que tampoco llegan espontáneamente a los eventos; es decir, en México no se da un solo paso sin huaraches, los que tienen la industria del acarreo, ya demandan transporte, comida y protección para “su gente”, los encargados de la coordinación del acarreo, ya demandarán espacios, o quizá una plaza en SMAPA, cuando menos. Los que coordinan a los coordinados, demandan direcciones y hasta Secretarías y al término de la jornada electoral, cada uno de los encargados de la industria del acarreo tiene que exhibir su factura la que debe pagar el político, so pena de que el partido que lo haya abanderado lo manden a “freír monos” en las próximas elecciones. Lo que sí verdaderamente sale caro y regularmente se paga en especie (votos y dinero) es conseguir el “dedazo sagrado”, y a parte de pagar ese tributo, también hay que vender casi toda la dignidad, hay que despojarse de valores para aparentar al que lo congració, aunque sea por seis años, que se es fiel. Dicen que los políticos que no son obedientes como perros amaestrados, no alcanzan el rango en segunda categoría, ya que para ser un político de primera, es necesario aprender a comer mierda sin hacer gestos. Ya pasadas esas pruebas, se podrá jactarse todo aquel político, que su dignidad y sus valores, son pisoteados y arrojados a las más malolientes cloacas, se podrá jactar que para él las heces son manjares divinos sexenales y entonces, vendrán algunas atenuantes del buen vivir y el ser feliz de aquellas personas: tienen mucho dinero pero sólo eso. Todos aquellos que no tienen esas características típicas, no son admisibles en la política, pues terminarán despedazando los acuerdos, peleándose con el padrino, posiblemente hasta en la cárcel o lo que es peor: la muerte. Pero eso sí, no hay campañas electorales limpias y aquel que sepa de alguna que me la comente; podría decirse que el primer gran fraude electoral en Chiapas, ocurrió cuando los caciques obligaron a su servidumbre a votar para que los chiapanecos fuéramos parte de la federación.
LA HUMILLACION OFICIAL NO VIOLENTA LOS DERECHOS HUMANOS
El haber rapado al ex líder de los autodefensas michoacano José Manuel Mireles tal como aparece dentro del penal de alta seguridad de Hermosillo, Sonora, a donde fue trasladado el pasado domingo, constituye una verdadera humillación oficial, pero para ese hecho vergonzoso para las autoridades, no hay derechos humanos que se pronuncie en contra. Aquel hombre que constantemente denunció el escarnio de sicarios contra la sociedad que lo rodea, quizá no sea un asesino confeso ni un narcotraficante para ser tratado con toda la saña del Estado en su contra, ese hombre hoy aparece totalmente rapado y rasurado, es decir, sin bigote, es cuestionado por parte de su equipo de defensa que busca saber los tratos que ha recibido al interior del penal. Aquel defensor de injusticias, Mireles Valverde, responde al sentirse "peor que en Morelia; y agrega, no me dan de comer y no me dan mis medicamentos en tiempo y forma" y a las autoridades no les interesa que haya tenido una recaída -de la diabetes que padece- pero no pudo ser revisado por los médicos por la taquicardia que ha presentado. Quizá su delito fue denunciar los actos de rapiña y los verdaderos atracos de los derechos humanos de su gente, por parte del mismo estado y los grupos de poder acentuados en aquella entidad. Su reclusión debe ser con todo respeto a la dignidad humana, salvaguardándole sus garantías constitucionales y ser vencido en juicio y no por la maquinaria oficial que hoy lo denigra. Queda entonces una pregunta: ¿qué hubiera sido de Michoacán si Mireles no hubiera protestado?, seguramente el estado de sitio en que se mantenía Michoacán continuaría a la vista de todas las autoridades. Quizá en estas acciones se esté violentando varios contenidos de los derechos y tratados internacionales, pues todo prisionero debe ser tratado con dignidad, al menos que la justicia mexicana se esté aplicando con un símil o copia de la que aplican los norteamericanos con los talibanes o iraquíes, con esa saña inhumana que caracteriza a las bestias cuando se disputan los territorios en campos salvajes.

EL HOSTIGAMIENTO LABORAL Y SEXUAL, ES TODO SU APOGEO E IMPUNIDADEstudios realizados por estudiantes de leyes de diversas escuelas privadas de esta capital, de las que omitiremos sus nombres, luego de haber realizado una investigación sobre el particular concluyeron que el hostigamiento laboral, tanto en las dependencias estatales como de la iniciativa privada, es un delito que no se castiga y que se acentúa con crudeza tanto en los hombres como en mujeres. Un 99% de esos casos jamás es denunciado y los que se denuncian, son totalmente ignorados y casi en su totalidad desechados.
Según la investigación realizada en los centros de trabajo, las mujeres, tienen a parte del hostigamiento laboral son víctimas del acoso sexual subliminal o directo y eso provoca que casi el 90% de las acosadas tengan que abandonar su empleo o pretensiones de pretender emplearse. A los hombres con hostigamiento laboral, regularmente se les pide rendir más donde nada se puede hacer; uno de estos detalles es obligarlos a rendir en ventas o en su caso a la reducción o negación de comisiones e incluso el no pago de las mismas condiciones laborales como inicialmente fue la promesa. Hace unos años, una amiga mía trajo de la región costa a su hermana para que pudiera emplearse en esta capital y cuando la interesada del empleo llegó luego de habérsele practicado la entrevista previa, ésta fue con su hermana mayor para quejarse de la proposición indecorosa que se le había hecho para poder alcanzar el empleo y misteriosamente la hermana, que ya laboraba, textualmente le dijo: “y qué querías que te ofrecieran o te dijeran”. Pareciera que el acoso laboral y el sexual es culturalmente un tabú que no se puede negar, sin embargo, las leyes que medio sancionan ese sucio proceder, son bastante benévolas por el acosar u hostigador.

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