domingo, 29 de junio de 2014

CHISPERO POLÍTICO

EL PROCESO Y LA JORNADA ELECTORAL DEL SUICOBACH
·        No hay perdedores ni ganadores si de civilidad y sensatez política de trata.
·        Ahora viene el proceso de reconciliación o disolución gremial que sería lamentable.
Visto con mucha madurez e imparcialidad y desde varios ángulos, el proceso y la jornada  electoral para renovar el comité estatal del Sindicato Único  Independiente del Colegio de Bachilleres de Chiapas (SUICOBACH) llevado a cabo el 25 de este mes podrían hacer una serie de análisis desde los peores, que al calor de los ánimos en el lugar de los hechos se expresaban, así como otros que ni siquiera pasa por la memoria de las planilla competidoras o la mente de los sindicalistas. Quizá sea mejor entrar a la más principal. En los más de 30 años que el SUICOBACH lleva de fundado, la elección de tres únicos dirigentes que ha habido, se ha hecho a mano alzada. Nada confiable es el ojo humano para la cuenta y sobre todo cuando hay pasión e inclinamiento, cuando en la votación a mano alzada, al no levantar la mano aceptando, significa decirle un rotundo “no” en la cara al tlatoani en turno; afrenta que en el sindicalismo mexicano equivale a firmar la sentencia obstáculos en todo, como lo es. Pero hoy, los sindicalistas del SUICOBACH, dan su primer ensayo hacia la elección de su dirigente; podría decirse que el proceso y la jornada misma están plagados de vicios y errores y lo que aquí los vicios son detestables y los errores enmendables; los vicios son producto de la maldad, la ambición y la aplicación de nocivas acciones de corrupción bien acentuadas culturalmente en nosotros y que claro, son perjudiciales para los sindicalizados que esperan más y para los líderes, esos vicios perniciosos, son peor porque cada día aquellos que confían en ellos se irá terminando y entonces podría decir que  “el poder es como un explosivo: o se maneja con cuidado, o estalla”. En cuanto a los errores, como dije, son enmendables, si de los votantes hablásemos, yo diría la frase de Adolfo Suárez, que “la vida siempre te da dos opciones: la cómoda y la difícil. Cuando dudes elige siempre la difícil, porque así siempre estarás seguro de que no ha sido la comodidad la que ha elegido por ti.” Si los sindicalistas que votaron por la planilla blanca o la verde adoptaron la opción fácil o la difícil, tendrán cada uno una lección que aprender en este ensayo democrático, pero lo que sí puedo estar seguro es que, el reelecto dirigente, Víctor Manuel Pinot, ahora posee el poder de forma legal más no de manera legítima debido a que todavía no alcanza superar el 50% de los sindicalizados, pero la votación secreta, aunque en una y en otras planillas son inducidas, sí tienen el valor del consentimiento de cada uno de los votantes; y aunque no es fácil aceptar argumentando una y otra acción que bien puede llegar al corazón pero no a la razón, podría explicar que el ganador de la planilla verde, compitió con otro grupo que no tenía más que la fuerza de sus palabras, mientras que Pinot Juárez, tenía toda la estructura, recursos económicos y otros que lo colocaban en un lugar casi invencible, invulnerable e incólume, lo que realmente no fue así, quizá por orgullo no se quiera aceptar pero el reelecto dirigente, tuvo momento de incertidumbre, desesperación y la diferencia que Pinot Juárez tuvo de lo obtenido que por un reducido grupo de hombres líderes es casi insignificante, porque en este contexto, válgame una analogía: “un hombre extremadamente rico y poderoso jamás podrá tener sexo con aquella dama que pelea su honor o su ego” y así se juegan los intereses en una base sindical  que hay que convencer, pero hay que recordar que   “el verdadero poder no se compra, ni se roba, ni se gana; el verdadero poder, se comparte, se admira y se teme”. Lo no presencia de ninguna autoridad gubernamental en esa jornada electoral, puede tener muchas lecturas y verter solo una conllevaría subjetividades y el análisis perdería su imparcialidad periodístico, quizá todos los sindicalizados lo vieron pero muy poco pudieron tener la capacidad de lectura de acuerdo a sus perspectivas y conocimiento sobre este caso. Pero las elecciones ya rindieron un producto y este queda de la siguiente manera: la planilla blanca con mil 481 votos a favor contra 2 mil 41 de la planilla verde que en porcentajes son el 35 y 49% respectivamente. Lo inquietante es tener un 14% de abstenciones, sumando votos de los abstinentes más los nulos, pues en un universo de 4 mil 132 empadronados, es un porcentaje muy preocupante que nos da una lectura que debe preocupar al dirigente reelecto, que subjetivamente podría indicarnos un rechazo, una insatisfacción en su trabajo de dirigente, un desprecio o realmente una falta de trabajo político sindical y para el equipo del contrincante, le podría dar subjetivamente, una lectura de falta trabajo de penetración, labor de convencimiento, una propuesta no satisfecha pero no una falta de rechazo a su labor de líder, porque no la ha ejercido y obviamente le faltaron los recursos económicos y quizá hasta humanos y la disponibilidad de tiempo y espacio. Terminado este ensayo democrático, todo buen dirigente debe iniciar todo un trabajo de civilidad, sensibilidad y reunificación, si de fortalecer las bases se trata, pues las heridas están abiertas y deben curarse y sanearse. La civilidad, sensibilización de las bases y la reunificación, solo se lograrán a través del comportamiento de sencillez y la imparcialidad en logros y cumplimiento de propuestas. El golpeteo entre sí y el de contendientes, conllevaría a un resquebrajamiento del gremio en total o incluso la desaparición del mismo y llegar a ese extremo, los “ganones” serían los patrones y los perdedores,  los trabajadores, y para los líderes sería la muerte súbita de una historia negra que se escribiría en la primera hoja del libro de la vida democrática del SUICOBACH, por ello, cierro este pequeño análisis, con esta frase del gran pensador griego que a la letra dice: Una autoridad que se funda en el terror, en la violencia y en la opresión, es al mismo tiempo una vergüenza y una injusticia”.

CHIAPAS, LA SEGUNDA PATRIA Y SANTUARIO DE CENTROAMERICANOS
En el devenir histórico de millones de centroamericanos que iniciaron su éxodo con rumbo a México y los Estados Unidos de Norteamérica, en busca de mejoras de vida, Chiapas ha sido el santuario de millones de ellos; es la segunda patria ajena de los centroamericanos y como nos unen lazos culturales, genealógicos y políticos; el color y la raza siguen siendo la misma sangre azteca y maya. Está registrado documentalmente, según viejos documentos que radican en  Diócesis de San Cristóbal de las Casas, que durante la “Rebelión Chamula”, luego que los indios fueron brutalmente sometidos por el gobierno colonial, sufrieron un menoscabo humillante y la disgregación de grupos, pero a inicios del siglo XX, los chamulas eran enviados, en grandes grupos, a la Costa de Chiapas, para utilizarlos como empleados en las grandes fincas cafetaleras propiedad de extranjeros. Paulatinamente y por el mal trato que se les daba y la alimentación humillante, que consistía en una ingesta de pozol, plátanos y tres piezas de tortilla con frijoles crudos, los chamulas se fueron rebelando y dejaron de ser sujetos de contratación al Sindicato Chamula y fue así que cuando los grandes finqueros notaron la ausencia de indígenas que se negaban ir a trabajar, empezó la contratación de grandes cantidades de indígenas mames, principalmente Barbareños, Colotecos, Sanjuaneros, Tutuapas y otros, procedentes de varios departamentos de Guatemala que paulatinamente fueron supliendo a los chamulas en las labores cafetaleras y agrícolas y fue así como cientos de miles de ellos se quedaron a radicar y hasta hoy, hay formado pueblos enteros, en las regiones fronterizas. Aquellas extensas y prodigiosas fincas que durante la pizca de café eran celebraciones tan alegres, que se acrecentaba a súbditos y reyes, hoy están materialmente muertas; las grandes plagas como la roya, la broca pero sobre todo, la abrupta caída del precio del café, han hecho de esos espacios, sólo bellísimos recuerdos y han provocado que aquellas cientos de miles de centroamericanos que eran ubicados para laborar en el proceso productivo del café, tengan que incursionar a los Estados Unidos de Norteamérica y además que los centroamericanos ya tengan que buscar cobijarse en las grandes ciudades chiapanecas donde son atrapados por el crimen organizados, las bandas delincuenciales, las grandes organizaciones de trata de blanca y redes de prostitución internacionales, a lo que los migrantes al no tener dinero para subsistir, menos para marcharse a la Unión Americana, tienen que acceder, aceptación que a un 60% les cuesta la vida o su libertad y muchas jovencitas o varones, terminan cohabitando con un nacional que en la mayoría de las veces se quedan para siempre en Chiapas, al ser favorecidos con las leyes al encontrar la naturalización y al procrear hijos durante ese matrimonio o amasiato.


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