Con más de ocho puntos
porcentuales de ventaja de acuerdo al Programa de Resultados Preliminares del
Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEyPC) lo cual es
completamente irreversible, el candidato de la alianza PRD, PT, Movimiento
Ciudadano, Arturo Núñez Jiménez es prácticamente el gobernador electo de
Tabasco, derrotando al candidato de la alianza PRI, PVEM, PANAL, Jesús Alí de
la Torre, quien a pesar de aceptar que los resultados de las elecciones
constitucionales no le favorecen dice que agotará todas las vías jurídicas, en
un claro derecho al pataleo.
De acuerdo al Programa de
Resultados Preliminares hasta ayer por la tarde el candidato de la coalición
“Movimiento Progresista por Tabasco”, Arturo Núñez Jiménez llevaba una cifra de
504 mil 738 votos que representa el 51.38 por ciento, mientras que el candidato
de la alianza “Compromiso por Tabasco”, Jesús Alí de la Torre llevaba 430 mil
313 votos que representa el 43.79 por ciento, distantes ocho puntos uno de
otros, lo cual es prácticamente irreversible pues éste resultado es producto de
2261 casilla computadas o capturadas de un total de 2655 que representa el
92.34 por ciento del total de las casillas electorales.
Con estos datos preliminares que
es producto de la captura de las actas de escrutinio del proceso electoral
realizado el pasado domingo se puede establecer que Arturo Núñez Jiménez es el
gobernador electo de Tabasco, y que es irreversible su triunfo, pese a que el
candidato perdedor priista, Jesús Alí de la Torre aun reconociendo que las
cifras oficiales no le favorecen porque va abajo en las preferencias
electorales, ha reiterado que utilizará la vía jurídica cuando se inicie el
recuento de las actas de escrutinio a partir de mañana miércoles para intentar,
ahora sí como opositor, que se cuente voto por voto cada una de las casillas,
con la esperanza de revertir las tendencias electorales, pero ahora con las
cifras del Prepetabasco no hay vuelta de hoja que después del conteo que se
realice este miércoles, el próximo domingo Núñez Jiménez recibirá su constancia
de mayoría que lo acreditará como gobernador electo de Tabasco.
En el inmueble de 16 de
septiembre, sede del PRI estatal, todo es desánimo, se ven caras largas, y el
“enterrador oficial”, el hombre que cargará por siempre sobre sus espaldas esta
brutal derrota, Francisco Herrera León realiza amagos desesperados de que
impugnarán el proceso electoral porque “les robaron” como para darle ánimos a
la militancia, aunque realmente sabe que no fructificarán, porque hay más de 80
mil votos de diferencia entre Núñez y Alí, que casi viene siendo la votación
que sacó el gobernador Andrés Granier en el 2006 cuando le ganó a César Raúl
Ojeda, cifra que realmente es irreversible por más que se le busque bajarlo por
la vía jurídica.
Mientras en el PRI todo es caos, porque
perdieron las seis diputaciones federales, las senadurías de mayoría, 18
diputaciones locales y diez presidencias municipales, amén de la gubernatura,
el candidato ganador de la contienda electoral, Arturo Núñez Jiménez en forma
mesurada, sin hacer aspavientos y lo mismo le ha pedido a su equipo que se
conduzca con mesura, sin triunfalismos, externó que su gobierno estará
sustentado sobre las bases de un nuevo entendimiento y una auténtica
reconciliación.
Entrevistado por Jesús Antonio
Sibilla Oropesa en el noticiero de mayor audiencia en el sureste de la
República Mexicana, Telereportaje, el gobernador electo dijo que se va a
empeñar en reconciliar a las fuerzas políticas del estado para poder avanzar en
el desarrollo que se requiere, “voy a extender mi mano a todos los tabasqueños
que quieren inaugurar una nueva etapa de desarrollo y vamos a gobernar con los
mejores hombres, estén donde estén”, desechando realizar un gobierno faccioso
ya que a como lo prometió en campaña realizará una administración de altura,
como se lo merecen y demandan los tabasqueños, desechando repetir los vicios
que ha prostituido la política tabasqueña, de tal manera que una vez que
pasaron las elecciones se quitará la camiseta partidista para ponerse la de
Tabasco, porque su gobierno será para todos. “tengo la convicción de hacer
gobierno ético y parte del Cambio Verdadero que oferté durante mi campaña es el
cambio de actitud, el cual se sustenta en la autoridad moral con la que llego
al gobierno de Tabasco, pero no comprando votos sino por la voluntad popular”.,
precisó el gobernador electo que logró derrotar al Partido Revolucionario
Institucional que durante 83 años había detentado el poder en el estado, y que
a partir del uno de julio el viraje fue a la izquierda como producto de que la
población salió masivamente a votar.
Pero mientras el candidato del
PRI, PVEM, PANAL, Jesús Alí regatea el triunfo de Núñez aunque va abajo en las
preferencias electorales e insiste en utilizar la vía jurídica para intentar
revertir esa tendencia que es irreversible, el candidato del PAN, Gerardo
Priego Tapia, a quien ahora sí hay que reconocerle su mesura política,
reconoció el triunfo del abanderado de la coalición “Movimiento Progresista por
Tabasco”, a quien dijo ahora hay que apoyar con decisión "Ahora tenemos
que ayudar a que Tabasco salga adelante, porque todos sabemos que la situación
de Tabasco es gravísima, estamos en el sótano de todos los indicadores del
desarrollo y si a Núñez como gobernador le va bien en ese sentido, nos va a ir
bien a todos", precisó.
En la democracia se gana o se
pierde por cientos de votos o por unos cuantos, de tal manera que ahora la
dirigencia estatal del Partido Revolucionario Institucional, que se ha
convertido en oposición en el estado, debe asimilar la derrota de su candidato
a la gubernatura y como tal tendrá que reconocer que los votos de la ciudadanía
le fueron adversos y que el triunfador de la contienda es Arturo Núñez; si
después del miércoles cuando se contabilicen las actas de escrutinio, una vez
que tengan las cifras oficiales reconocen públicamente que perdieron,
demostrarán su plena madurez política, pero si sucede lo contrario, en vez de
conducirse con civilidad se radicalizan, quedarán exhibidos como ambiciosos que
se resisten a perder el poder, aunque finalmente están perdidos pues las cifras
deja en claro que hagan lo que hagan, no lograrán revertir el triunfo de Núñez.
El que ha dado completa muestra
de madurez política es el gobernador del estado, Andrés Rafael Granier Melo,
quien llamó a todos los tabasqueños a respetar la decisión soberana que el
pueblo definió en las elecciones del pasado domingo. “Mi llamado es a la
civilidad política de competidores, partidos políticos, participantes y de la
población, porque la competencia ya terminó y Tabasco ya decidió su destino
para los próximo años”.
El gobernador emitió un mensaje
luego del proceso electoral que se realizó el pasado domingo, expresando que
“todos, absolutamente todos, debemos respetar la decisión del pueblo, y a partir
de ahora debemos dejar atrás nuestras legítimas diferencias, poner por delante
nuestras grandes coincidencias y seguir trabajando por el desarrollo de nuestro
estado”.
El jefe del Ejecutivo Estatal
reconoció la participación de los miles de tabasqueños que se desempeñaron en
las tareas para organizar y realizar la elección, dando certeza y legalidad al
sufragio, que de acuerdo a las autoridades electorales, la jornada se
caracterizó por una amplia participación ciudadana, y por la seguridad, el
orden y tranquilidad que prevaleció, en tanto que los incidentes que se
presentaron deberán ser atendido por las autoridades correspondientes de
acuerdo a la ley, pues Tabasco ya votó.
Granier Melo precisó que como
gobierno, aún quedan por delante seis intensos meses de trabajo, en los que se
actuará con absoluta responsabilidad para mantener la gobernabilidad del
estado, pero que además se emprenderá un proceso ordenado de transición hacia
el nuevo gobierno, poniendo todo su empeño para consolidar la transformación de
Tabasco.
El gobernador ha sido claro en su
llamado, ha pedido a todos los actores políticos a aceptar los resultados del
proceso electoral en donde de acuerdo a las cifras preliminares ya hay un
ganador de la contienda, que debe de ser reconocido con civilidad política,
incluso, por la propia dirigencia del Partido Revolucionario Institucional, que
todavía pretende mantener viva la esperanza de que su candidato pudiera
revertir la ventaja que le llevan, pero eso es prácticamente imposible.
La suerte de Francisco Herrera
León al frente del PRI estatal ha sido echada, resultó peor que su antecesor
Miguel Alberto Romero y jamás se podrá quitar el estigma de perdedor y de
enterrador de su propio partido. Herrera ya había fracaso en las elecciones
constitucionales de 2006 pues perdió como candidato al Senado de la República
en segunda fórmula, y si bien se convirtió en senador fue porque se coló por la
vía plurinominal y ahora repitió la dosis, pero en mayor grado, pues perdió
todo, gubernatura, senadurías, diputaciones federales, presidencias municipales
y diputaciones locales, sus días en el PRI están contados, aunque por
vergüenza, digo, si es que la conoce, ya debió de renunciar ante el Tsunami
político que los arrastró.
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